miércoles, 31 de octubre de 2012
La vida puede ser una cuerda muy delgada una cuerda con principio y fin somos nosotros quienes debemos mantener ese equilibrio.
Al recordar mi infancia, una de las actividades que mas disfrutaba era ir al circo. sin duda uno de los espectaculos mas impresionantes para mi era el de los acrobatas que podian mantenerse en perfecto equilibrio sobre una cuerda caminando o conduciendo una bicicleta, desplazandose de un lado a otro creando asi momentos de tension, emocion y angustia en toda la audiencia. sin dejar de observar cada detalle de ese espectaculo circense, siempre me inquietaba profundamente saber cual era la formula de esos acrobatas para lograr mantenerse en equilibrio y llevar e incluso sobre sus hombros a otros valientes companeros, logrando una armonia perfecta que sucitaba un merecido aplauso del publico presente. En medio del asombro por esas hazanas poco comunes, me surgia en ocasiones la duda por si algo no salia bien, si solo un pie no se colocaba de la manera correcta, si se le daba mas importancia a cualquier otro detalle, todo podia acabar tristemente en un instante. Cuando estaba sentado en el circo disfrutando por supuesto de un pequeno pakete de palomitas compartido con mi demas hermanos, mi atencion se centraba en no perder ningun detalle de la presencia de los tigres, leopardos y leones que, dirigidos por sus domadores, me transmitian trankilidad, ya que no existia ninguna manera de que ellos escaparan de sus areas de exhibicion. Por lo tanto pensaba que todo estaba bajo control, de forma que nadie podia ser atacado por uno de esos animales feroces, en cambio cuando salian los acrobatas, mostrandonos todas sus destrezas sobre las cuerdas, atravezando a todo lo largo el techo de la tienda del circo, comenzaba a preocuparme y dejaba de hacer cualquier cosa que estuviera haciendo, “como saborear mis palomitas de maiz” que en varias ocasiones terminaban en el piso, perdia la nocion de tenerlas en mis manos y producto de mi preocupacion, perdia el control y empezaba a sufrir al observsar las pericias, deseando que ninguno de los equilibristas cayera dado que por lo general en muchas presentaciones no utilizaban las mallas de proteccion poniendo entonces en riesgo sus vidas. asi somos nosotros aunque no seamos acrobatas y nuestro trabajo no sea un circo tratamos de mantener siempre el equilibrio, la vida puede ser una cuerda muy delgada una cuerda con principio y fin somos nosotros quienes debemos mantener ese equilibrio
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